Monumento Històrico-Artístico, levanta sus gordos muros en el centro de la población, frente al actual. Según el profesor Fernando Benito Doménech, fue “el Architector” Juan de Ambuesa, el autor de las capitulaciones de la obra. Empezada a construir en 1582 por los franceses Joan Friafont y Martí Volsanyes, por 7.700 libras. Las obras fueron adjudicadas el 28 de febrero a los maestros de obras mencionados por las autoridades civiles y religiosas, siendo iniciadas sin ninguna solemnidad el 31 de marzo de 1586. Duraron unos ocho años, puesto que el 3 de febrero de 1594 fue bendecida la nueva iglesia, siendo rector de la misma Miquel Joan de Ledesma. Sería una doble década prodigiosa para Vinaròs que emprendió casi a continuación las obras de la torre del reloj y de las campanas, antes de rematar todo el conjunto con la preciosa fachada barroca, hecha pocos años desprendido, y que es considerada una obra maestra acertadísima por su buen gusto y que figura en muchas antologías de arte como tal, por su espectacularidad.
El edificio era una gran fortaleza, que como estipulaba el documento del tributo de la “Sisa” tenía que dar cabida a todos los vecinos de la población y protegerlos de los ataques de los piratas, como queda especificado en el mencionado documento de prórroga del rey Felip III, de 1610: “para fabricar una Iglesia en la cual todos sus vecinos y habitantes de la Vila se pudieran reunir juntos y estar allí íntegras en tiempos de necesidad y de las invasiones de moros y piratas”. La iglesia acabada así sólo era una inmensa nave, de estilo renacentista, de construcción ojival y por fuera tenía el aspecto de imponente fortaleza que se levantaba por encima de todos los otros edificios de la Villa. Durante la guerra de Secesión de Cataluña, la edificación se fortificó más y se dotó de piezas de artillería. Durante el siglo siguiente se construye primeramente el campanario, a principios, y a mediados de siglo se hace la capilla de la Comunión por Joan Ibànez (1657), constructor que ya había intervenido anteriormente en el convento de santo Agustí.
ALTARES LATERALES. El 18 de abril de 1690 empezaron a construirse los altares laterales en la iglesia; se por aixó que atribuimos al pintor vinarossenc Vicent Guilló que es de esa misma época las pinturas del altar de los labriegos donde aparece la transfiguració del “Salvador” y un poco después (hacia 1703) la de las pinturas del altar de Roser que atribuimos a su hermano, Eugeni Guilló, por la similitud que ofrecen con las del convento de Castelló, hoy parroquia.
PATRIMONIO CULTURAL
Casa noble conocida popularmente como “casa de los Membrillera” o “de los Coroneles”. Esta casa presenta una planta baja de entrada, planta noble y una barandilla con cinco ventanas con arco de medio punto. En la fachada, sobre una piedra, aparece grabado en 1652 junto a la cruz de Malta, se trata de una simple reutilización de esta piedra como sillar para la construcción de la casa. El escudo heráldico que se encuentra sobre la puerta de entrada pertenece a D.J.M. Febrero Calderón, marqués de Gironella (1828-1887), descendente de la familia de Febrero de la Torre. Recientemente restaurada, en la actualidad es la sede de la Fundación Caja Vinaròs. En el interior de la casa se ha pretendido plasmar el pasado económico del pueblo con exposiciones permanentes sobre la agricultura, el comercio, la industria y la pesca. Adquirida por la Fundació Caixa Vinaròs desde el 2010, su objetivo primordial consiste en organizar todo tipo de actos tendentes a la promoción cultural convirtiéndose en un espacio polivalente con múltiples actividades, exposiciones permanentes, conciertos… Destaca la construcción en la azotea de una cúpulaobservatorio con un telescopio (catadioptrico) Smith/Cassengrain, de 280 mm de diametro y 2800mm de distancia focal, donado por Cristóbal Mesa, para observaciones astronómicas.
PATRIMONIO CULTURAL
Este asentamiento ibérico se encuentra a unos 2 km en línea recta del Puig de la Nau (Benicarló) y a 1,5 km a vuelo de pájaro del asentamiento del Perengil. La extensión máxima del yacimiento no alcanza los 1000 m2. En septiembre de 1976 miembros de la Associación “Amics de Vinaròs” inician las pruebas de localización. Entre los años 1977 y 1978 se llevan a cabo las excavaciones. Este hábitat tiene tres fases distintas de ocupación:
Fase de hierro antigua: Segunda mitad del siglo VII anE. Edificaciones de planta rectangular fabricadas de mampostería. Vasijas hechas a mano y decoradas con cordones digitados y cerámica de importación fenicia.
Fase ibérica: Se desarrolla durante el siglo VI anE. Es la menos conocida, ya que no se ha completado su excavación. Primeras producciones ibéricas a torno decoradas con bandas y filetes. Más abundante es la cerámica procedente del comercio fenicio.
Fase mediados siglo II anE: A inicios del siglo V el yacimiento había sido abandonado. En esta fase se construye un nuevo asentamiento planificándose un pequeño caserío de calle central, Fechable dada la presencia de vasijas de barniz negro y ánforas itálicas Dressel 1. Asentamiento de carácter agrícola. Abundante material de cerámica ibérica. Fue abandonado a finales del siglo II.
La iglesia Arciprestal de Vinaròs ha sido sometida a una restauración integral a cargo de la Fundación La Luz de las Imágenes. La actuación, fundamentada en la propia historia del templo, ha planteado tres principios de intervención: la consolidación de la imagen exterior de la iglesia, la recuperación de la unidad en la nave central y la puesta en valor del espacio del deambulatorio de cañones.
De la zona exterior hay que destacar la potente imagen de la pared-fortaleza, y que se ha consolidado mediante tratamientos de diferentes menajes, así como de la tueste campanario o la sustitución de las gárgolas. También se han desarrollado otras actuaciones encaminadas a recuperar la luminosidad natural de la iglesia a través de sus cristaleras. Sin embargo, una de las grandes obras de restauración efectuada por la Luz de las Imágenes son unas pinturas de arquitecturas fingidas, que se encontraban ocultas en tres de las fachadas -norte, este y oeste- y que formaron parte de la decoración exterior de esta iglesia, y que podría ser un ejemplo de la colaboración con artistas formados en la pintura de perspectivas fingidas, ejecutadas probablemente al siglo XVIII, una centuria después de su edificación. El paso del tiempo y la suciedad acumulaba había ocultado las pinturas, aunque se mantenían todos los trazos en la piedra que atestiguaban su existencia. La limpieza de las fachadas empezó a destapar estas impresiones de color.
La hipótesis que maneja La Luz de las Imágenes apunta al hecho que estas pinturas fueron realizadas por el círculo de Guilló, autores de los frescos de dos capillas laterales, y que dejan su sello en este tipo de pinturas en varias poblaciones de la provincia de Castelló, como Albocàsser o Castelló. En el panorama artístico valenciano del último tercio del siglo XVII destaca la labor realizada por Guilló, familia de pintores oriundos de Vinaròs que se especializaron en un tipo de pintura de marcado carácter decorativo y pródiga en las representaciones de elementos arquitectónicos fingidos.